Al otro lado del espejo (V.O. Le miroir obscéne)
Francia, 1973
Director: Jesús Franco
Guión: Jesús Franco
Intérpretes:
Emma Cohen (Anette), Robert Woods (Bill)
Argumento
La joven pianista Anette (Emma Cohen) está a punto de casarse con su prometido. Poco antes de la boda, su hermana se suicida. El enlace no sólo se aplaza, sino que directamente se anula; Anette se separa de su novio, abandona la casa paterna y se independiza yéndose a trabajar en un club de jazz, que funciona además como antro de prostitución. Allí conoce a una colega con la que tiene relaciones lésbicas (que se muestran explícitamente). Al mismo tiempo tiene un nuevo pretendiente, que es actor de teatro. Un día, llamando a su casa, se entera de que su padre se ha suicidado ahorcándose. A partir de ese momento Anette comenzará a tener alucinaciones, escuchando la voz de su hermana muerta que le habla desde un espejo y la incita a cometer crímenes. También ella intentará quitarse la vida (cortándose las venas en la bañera), pero es rescatada a tiempo.
Comentario
El sumamente prolífico Jess Franco dirigió a lo largo de su carrera cinematográfica más de 200 películas (bajo numerosos pseudónimos para evitar saturar el mercado fílmico). Entre sus obras destacan algunas producciones de gran interés y calidad artística (como la adaptación de la «Justine» del marqués de Sade, con una exquisita Romina Power), pero lo que más abunda son films de serie B o Z (algunos de los cuales son, sin embargo, sumamente divertidos); y también bodrios infumables (particularmente, las películas realizadas en los últimos años). Ésta cinta que nos ocupa, (cuyo título original es «Le Mirail Obscéne») no entra dentro de ninguna de éstas tres categorías. No es ni una maravilla, ni una producción «casposa pero entretenida» ni tampoco una bazofia. Es simplemente, mediocre, aburrida y prescindible; al menos la versión francesa que he visto, y que por lo que he leído está mutilada de algunas escenas. Sobrevalorada, pese a su prometedor argumento no engancha al espectador como por ejemplo el suspense del maestro Chicho Ibáñez Serrador o muchos de los gialli italianos de aquellos años.