
Una lagartija con piel de mujer (V.O. Una lucertola con la pelle di donna)
Italia, 1971
Director: Lucio Fulci
Guionistas: Lucio Fulci, Roberto Gianviti, José Luis Martínez Mollá, André Tranché
Género: Suspense / Giallo
Compositor de la banda sonora: Ennio Morricone
Montaje: Giorgio Serrallonga
Producción: Edmondo Amati (productor), Apollo Films (productora)
Dirección artística: Román Calatayud
Fotografía: Luigi Kuveiller
Efectos especiales: Carlo Rambaldi, Eugenio Ascani
Intérpretes principales:
Florinda Bolkan (Carol Hammond)
Stanley Baker (Inspector Corvin)
Jean Sorel (Frank Brighton)
Silvia Monti (Joan Brighton)
Alberto de Mendoza (Edmond Brighton)
Penny Brown (Julia Durer)
Mike Kennedy (Hubert, hippie)
Ely Galleani (como Edy Gall)
Género: Giallo
Argumento
Carol, cuyo padre es un importante político británico, está casada con Frank, quien tiene una hija de su primer matrimonio, llamada Joan. El matrimonio, que vive en Londres, no pasa por su mejor momento. Carol visita a un psicólogo, y le cuenta un sueño recurrente que la está inquietando desde hace tiempo. En dicho sueño, Carol camina por el interior de un tren abriéndose paso entre personas desnudas. Ello la agobia. Entonces, acaba ante una enorme cama en la que se encuentra otra mujer, que la aborda sexualmente. Esta es es su vecina Julia, una ex-actriz que realiza con frecuencia desenfrenadas orgías en su casa. El psicólogo interpreta el sueño sugiriendo que Carol, quien lleva una vida insatisfactoria y gris, siente en su subconsciente las ansias de “liberación” que representa Julia, lo que la empuja hacia un conflicto interno…
Unas noches después, se produce una ligera variación en el sueño de Carol: Esta vez ella mata a Julia apuñalándola con un abrecartas. Al hacerlo, lleva puesto su abrigo de piel, que al huir deja junto a la cama donde se consuma el onírico asesinato.
Para gran consternación de Carol, unos días después se descubre que Julia ha sido asesinada realmente. La mataron la misma noche que Carol tuvo el sueño antes descrito. Y por si eso fuera poco, junto al cadáver se hallan un abrigo y un abrecartas…
Carol pone a su marido al corriente de sus inquietudes. También el padre de ella, el influyente político, es informado. Este cree que alguien ha maquinado todo para volver loca a su hija.
Entretanto, el inspector Corvin se dedica a investigar el macabro crimen. Primero es arrestado un hippy pelirrojo del círculo de amistades de la víctima, quien confiesa ser el asesino. Pero resulta ser solamente un enajenado drogadicto con ganas de protagonismo. O al menos eso es lo que parece en un primer momento, pues como veremos, ese pelirrojo y una amiga suya aparecen también en el sueño de Carol. Y ambos, que viven en una comuna hippy, son amigos de Joan, la hija de Frank.
Todos los indicios apuntan a Carol, por lo que ella es arrestada como la principal sospechosa. Pero el inspector Corvin está convencido de que muchas cosas no cuadran, y continúa sus pesquisas…
Comentario
Interesante giallo de Lucio Fulci (coproducido entre Italia, España y Francia), con enormes influencias oníricas y alucinatorias.
Si Hitchcock y Clouzot son los mayores artífices del thriller psicológico, podríamos decir que esta fulciana “Lagartija con piel de mujer” es el paradigma del thriller psicodélico. Los recovecos del subconsciente, los conflictos anímicos internos, la confusión entre realidad y fantasía, y unos crímenes lisérgicos son los ingredientes de este cóctel de intriga detectivesca aderezada con una pizca de erotismo y con ingentes cantidades de LSD.
Florinda Bolkan interpreta a la confundida protagonista, quien teme haber cometido un crimen por haber soñado que lo estaba perpetrando mientras se producía ese asesinato también en la realidad. Los detalles análogos entre su sueño y el escenario del crimen contribuyen a desquilibrar su ya de por sí frágil estado mental. Habrá alguien que trate de aprovecharse de eso? Serán ciertas las sospechas del padre de Carol, quien teme que alguien busca premeditadamente conducir a su hija a la locura?
A la enrevesada trama se añade una historia de extorsión y chantaje, en la que salen a relucir las infidelidades de Frank, el marido de Carol. Además, para sus sesiones de psicoanálisis, Carol acostumbraba a escribir sus sueños. Cualquiera de los que vivían en casa con ella podría haber leído los apuntes descubriendo el sueño recurrente que Carol tenía con la vecina, utilizando esa información para sus planes homicidas… y para incriminar a Carol.
Fulci nos brinda aquí un giallo sólido, potente, cargado de impacto visual, con escenas psicodélicas (a lo que contribuye también la banda sonora en clave “acid jazz” del maestro Morricone), un manejo de la cámara que resulta habitual en su filmografía (abundantes barridos y zooms, por ejemplo). La trama es compleja y sencilla al mismo tiempo, cuenta con el característico “whodunit” de las historias de crímenes y con los “red herrings” o pistas falsas, hasta llegar al momento del clímax y la resolución.
Florinda Bolkan, quien da vida a la protagonista Carol, tiene también un papel esencial en otro giallo de Fulci, “Angustia de silencio”, rodada al año siguiente. El director romano todavía no recurría tanto al gore, aunque sí tenemos aquí alguna que otra impactante escena sangrienta y de casquería bastante fuerte; sobre todo esa donde salen unos perros abiertos en canal en el manicomio. A causa de la truculenta y realista escena Fulci fue denunciado por la sociedad protectora de animales… Pero el cineasta pudo probar su inocencia, demostrando que los “perros” no eran en realidad más que unos muñecos creados por el célebre Carlo Rambaldi, quien más adelante sería el encargado de los efectos especiales en taquillazos hollywoodienses como “Alien” (Ridley Scott, 1979) y “E.T.” (Steven Spielberg, 1982).
Otra de las escenas mejor logradas es la de la larga persecución que Carol sufre en una especie de almacén abandonado, donde deberá vérselas (además de con el individuo que trata de asesinarla) con un enjambre de furiosos murciélagos. Esa escena despertó la admiración de Mario Bava, maestro italiano del terror gótico y patriarca de la estética del giallo.
Fulci había pensado en llamar a la película “La jaula”, pero la productora impuso el título de “Una lagartija con piel de mujer” aprovechando así la moda para títulos de gialli inaugurada por Dario Argento con su “trilogía de los animales”: “El pájaro de las plumas de cristal” (1970), “El gato de las nueve colas” y “Cuatro moscas sobre terciopelo gris” (ambas también de 1971). El nombre de la película no hace referencia a los reptilianos, sino a una visión alucinatorio-psicotrópica de uno de los hippys, en sus declaraciones al inspector.
Además de la brasileña Florinda Bolkan, estrella de numerosas películas italianas, tenemos a la sueca Anita Strindberg como Julia (quien también desarrolló la mayor parte de su carrera en Italia) y al francés Jean Sorel como Frank. Este actor participó en “Belle de jour” (Luis Buñuel, 1967), y fue el protagonista de la excelente “La corta noche de las muñecas de cristal” (Aldo Lado, 1971). También encontramos en el elenco a Silvia Monti como Deborah, la amante de Frank; y a George Rigaud como el psicólogo Dr. Kerr. A la primera la vimos en el polizziesco “Milano: Il clan dei calabresi” (Giorgio Stegani, 1974), y el segundo aparece en el giallo “La morte cammina con i tacchi alti” de Luciano Ercoli, también de 1971 y asimismo ambientado en Inglaterra. Por cierto, George Rigaud era argentino (nombre real Jorge Rigato).
En resumen, “Una lagartija con piel de mujer” es una película bastante infravalorada, que merece un mayor reconocimiento.
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