Santo contra cerebro del mal – Joselito Rodríguez, 1958

Santo contra cerebro del mal

México/Cuba, 1958

Director: Joselito Rodríguez

Guión: Fernando Osés, Enrique Zambrano

Intérpretes: Joaquín Cordero (Dr. Campos), Norma Suárez (Elisa), Enrique Zambrano (Teniente Zambrano), El Santo (El Enmascarado), Fernando Osés (El Incógnito)

Música: Salvador Espinosa

Género: Policíaco, ciencia ficción

Argumento

Varios bandidos persiguen a un enmascarado, hasta cercarlo en un callejón y dejarlo fuera de combate. Inconsciente, lo llevan hasta el laboratorio del doctor Campos, quien le inyecta un suero para apropiarse de su voluntad. Desde ese momento, el misterioso individuo que cubre su cara (y que no es otro que el Santo) cumplirá ciegamente las órdenes de Campos. Este lleva una doble vida, pues mientras de cara a la sociedad se presenta como un respetable y prestigioso científico es realmente un peligroso megalómano con aspiraciones de dominación mundial.

El doctor Campos tiene un asistente, Gerardo, y una secretaria, Elisa; quienes no están al corriente de sus pérfidos planes e ignoran que el profesor dirige una banda de matones. En la ciudad están produciéndose desapariciones de famosos científicos, y la policía pone unos agentes como escolta al doctor Campos – Temiendo que también él sea raptado. Lo que los hombres del teniente Zambrano ignoran es que es el propio Campos quien ha ordenado los secuestros de sus colegas de profesión; por dos motivos: Los ve como competidores y al mismo tiempo pretende aprovecharse de sus descubrimientos.

El enmascarado, con la mente anulada y manipulada por Campos, se ha convertido en un autómata a su servicio; y actúa como uno de los más eficaces matones de la banda en el rapto de científicos y otras personalidades importantes. Los escoltas que Zambrano había puesto para proteger a los sabios son derrotados por el Santo. Cuando el teniente se entera no sale de su asombro, pues el enmascarado es uno de sus mejores agentes. Para averiguar si se ha pasado realmente al enemigo o está siendo utilizado, Zambrano envía a otro luchador con el rostro cubierto con una máscara, conocido como el Incógnito.

Por su parte, el doctor Campos hace secuestrar a un banquero y lo somete a su control mediante un lavado de cerebro con inyecciones y sueros, empleando el mismo procedimiento que con el Enmascarado. Bajo la influencia de Campos, el gerente bancario desvalija la caja fuerte de una de sus sucursales, para traerle el dinero. Elisa presencia el extraño comportamiento del banquero y comienza a sospechar. Para evitar que la chica hable más de la cuenta, el doctor Campos ordena su rapto. Elisa es retenida en una bodega, mientras Gerardo trata de hacer lo posible para localizarla.

El Enmascarado, al que Campos ha asignado la función de “perro guardián” de su laboratorio, tendrá que vérselas con el Incógnito; quien se introduce en las dependencias del científico para investigar. El Incógnito consigue reducir a su contrincante y darle un contraveneno para que recupere su estado normal. Ahora el Enmascarado vuelve a estar del lado de la justicia, pero disimulará, quedándose dentro de la banda a modo de infiltrado.

Al mismo tiempo, el malvado científico se dispone a vender a una potencia extranjera documentos confidenciales; así como “la fórmula de la desintegración de las células”…

Comentario

Es un hecho conocido que en la Cuba de Batista el crimen organizado campaba a sus anchas: Los casinos de la Mafia, Lucky Luciano, Meyer Lansky… En esta película se nos muestra además que había otra clase de delincuentes causando estragos en la isla caribeña: Los científicos locos.

Puede afirmarse que el doctor Campos tiene una doble identidad, ya que la mayoría lo percibe como un erudito que trabaja por el bien de la sociedad, mientras que en secreto se dedica junto a su banda a planear ambiciosos y delirantes planes de dominación mundial. Una doble identidad también la tienen los enmascarados dispuestos a frenarle: Dos superagentes de la policía secreta con el torso desnudo y las caras cubiertas – Uno con una máscara plateada y el otro con una de color negro. El primero es el Santo, el célebre luchador justiciero mexicano, y éste fue su debut en la gran pantalla.

Rodolfo Guzmán Huerta, tal era su nombre en la vida real, ya era conocido en su país de origen como atleta de la lucha libre. Su papel en “Santo contra cerebro del mal” fue su primera incursión en el cine. En las décadas siguientes llegarían alrededor de cincuenta films más.

La película que nos ocupa está unida por varios factores a la previamente reseñada “Santo contra hombres infernales”. Las dos son del mismo director, y fueron rodadas paralelamente en las mismas localizaciones de La Habana a finales de 1958 (poco antes del triunfo de la revolución castrista). Además del Santo, varios otros actores del elenco son los mismos: Entre ellos Joaquín Cordero, quien en esta “Cerebro del mal” encarna al científico loco mientras que en “Hombres infernales” tiene el rol de héroe. Enrique Zambrano, por el contrario, realiza un papel análogo en ambos films: Es el teniente de policía (su personaje en “Cerebro del mal” tiene su mismo apellido).

Hay escenas y planos idénticos en ambas películas: El agente de la potencia extranjera que va a encontrarse con los hombres de Campos sale del hotel Colina (que aún existe, por cierto) y se dirige a una zona apartada donde unos individuos le entregan “instrucciones” y otros intentan asaltarlo… Exactamente esa misma escena también aparece en “Hombres infernales” en un contexto distinto. También vemos la misma actuación de unos cantantes (“Trío Servando Díaz”) en un local de playa y la escena final en el aeropuerto es la misma para las dos películas – Sólo que en “Cerebro del mal” el teniente hace referencia a dos enmascarados (Su acompañante le pregunta: “¿Por qué cubren sus rostros, de qué nacionalidad son?” y el teniente responde: “Son ciudadanos del mundo, su deber no tiene fronteras. Cubren su identidad tras máscaras para hacer el bien a la humanidad.” En el epílogo de “Hombres infernales” tenemos idéntico diálogo pero en singular, pues el único enmascarado que aparece es el Santo).


Los guionistas de ambas películas fueron el propio Enrique Zambrano (el actor que encarna en las dos ocasiones al teniente de la policía) y Fernando Osés (el luchador que da vida al “Incógnito”).

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Cine, México, Santo

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