El tesoro de Sierra Madre
EEUU, 1948
Director: John Huston
Guionista: John Huston (basado en la novela de B. Traven)
Género: Aventuras, Western
Compositor de la banda sonora: Max Steiner
Montaje: Owen Marks
Producción: Warner Bros.
Intérpretes:
Humphrey Bogart (Fred C. Dobbs)
Walter Huston (Howard)
Tim Holt (Bob Curtin)
Bruce Bennett (James Cody)
Barton MacLane (Pat McCormick)
Alfonso Bedoya (Sombrero Dorado)
Argumento
Fred Dobbs es un estadounidense arruinado que ha ido a parar a la ciudad mexicana de Tampico, y trata de salir adelante. Se ve obligado hasta a pedir limosna a otros compatriotas. Uno de ellos, McCormick, decide contratarlo para un pesado trabajo. Desempeñando esa labor, conoce a los también estadounidenses Curtin y Howard.
McCormick resulta ser un patrón abusivo, que no paga a sus empleados. Tras darle su merecido, Dobbs y Curtin deciden unirse al viejo Howard para ir a explorar la Sierra Madre en busca de oro. Esas montañas son bastante peligrosas, y el experto Howard las conoce lo suficiente como para ejercer de guía. Dobbs, por su parte, ha ganado un pequeño premio de lotería que les permite comprar unos burros y un equipo de mineros.
Los tres se ponen en camino. Dobbs y Curtin no están acostumbrados a la dureza de ese trabajo, y no contaban con que la búsqueda de oro fuera tan difícil. Pero pronto sus esfuerzos se ven recompensados. Descubren el precioso metal y trabajan cada vez con más motivación.
Sin embargo, cuanto más oro encuentran, más se acentúan los mutuos recelos entre ellos. La desconfianza y la codicia van en aumento.
Por si ello fuera poco, lo que están haciendo es oficialmente ilegal por no contar con el permiso de las autoridades correspondientes. Además, peligrosos bandidos acechan en esas montañas.
Un día, cuando van a comprar provisiones a un pueblo cercano, conocen a otro estadounidense, James Cody. Aunque los otros intentan disimular, Cody intuye que son buscadores de oro, e insiste en unŕseles…
Comentario
Excelente película de aventuras con reminiscencias de western crepuscular, que nos muestra, con magistral empleo del suspense y una gran profundidad psicológica, el desarrollo de una alianza de buscadores de oro estadounidenses en el México de hace ahora 100 años. Los supuestos valores de la lealtad y la camaradería iniciales se ven cada vez más empañados por los mutuos recelos, una vez la búsqueda del tesoro comienza a dar sus frutos – sobre todo a causa del carácter y el comportamiento de uno de los integrantes del trío protagonista.
Efectivamente hay muchos ingredientes del western al estilo italiano que dos décadas después popularizarían directores como Sergio Leone; y la película que hoy nos ocupa bien podría haberse llamado „El Bueno, el Viejo y el Malo“.
La historia está basada en una novela de B. Traven, un autor de origen alemán establecido en México y que también inspiró el guión de la excelente película „Macario“ (1960), que tiene una trama filosófico-metafísica muy similar a la mucho más conocida (pero en mi opinión sobrevalorada) „El séptimo sello“ (Ingmar Bergman, 1957).
Durante la trama se nos presentan los valores de la lealtad, la camaradería y el honor; siempre en oposición a la avaricia, la desconfianza y la traición, asimismo componentes de la historia.
Es interesante constatar que cuanto mayor es el número de socios, mejor parece funcionar la „armonía“ en el grupo. Cuando sólo son tres, el recelo es mayor y deciden dividir sus respectivas partes del botín ya desde el principio cada noche (en vez de al final del proyecto). Cuando llega Cody, los tres se unen entre sí porque desconfían del recién llegado. Y entonces llegan los bandidos y a los cuatro gringos no les queda más remedio que defenderse juntos. Vemos aquí el patrón habitual de que nuevas amenazas exteriores contribuyen a mantener la unión en grupos que de otro modo no tendrían una cohesión orgánica.
Hay grandes alusiones metafóricas y de gran poderío visual en varias escenas: Entre ellas destaca la de uno de los principales protagonistas de la historia, que atormentado por su conciencia trata de conciliar el sueño junto a la hoguera del campamento, y el encuadre de la cámara y el acompañamiento sonoro sugiere que son las llamas del infierno, esperándole. Otra de las escenas a destacar es la del lagarto venenoso que se escondía en el agujero donde uno de los personajes guardaba su parte del tesoro (y el conflicto que de esa situación se desarrolla). Y hay muchas más situaciones memorables, como la lectura de la carta de la mujer (ya viuda) de uno de los caídos, o la hospitalidad de los indígenas.
El viejo Howard está interpretado por Walter Huston, que era el padre del director. Humphrey Bogart realiza un soberbio papel como Dobbs; resulta muy convincente ver cómo va descendiendo cada vez más en una espiral de paranoia…
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