
El candidato de Manchuria
EEUU, 1962
Director: John Frankenheimer
Guionista: George Axelrod (basado en la novela de Richard Condon)
Género: Suspense psicológico y político
Compositor de la banda sonora: David Amram
Montaje: Ferris Webster
Producción: John Frankenheimer y George Axelrod
Intérpretes principales:
Frank Sinatra (Mayor Bennett Marco)
Laurence Harvey (Raymond Shaw)
Angela Lansbury (Sra. Eleanor Shaw Iselin)
Janet Leigh (Eugenie Rose Chaney)
Henry Silva (Chunjin)
James Gregory (Senador John Yerkes Iselin)
Leslie Parrish (Jocelyn Jordan)
John McGiver (Senador Thomas Jordan)
Khigh Dhiegh (Dr. Yen Lo)
James Edwards (Cabo Allen Melvin)
Argumento
En 1952, durante la guerra de Corea, un grupo de soldados norteamericanos son abducidos tras una emboscada. Entre ellos se encuentran Raymond Shaw y su superior Bennet „Ben“ Marco. Cuando vuelven en sí, han olvidado lo que sucedió, pero varios de los camaradas que estaban con ellos han perdido la vida durante el incidente. Los supervivientes regresan a EEUU y son recibidos como héroes de guerra.
El padrastro de Raymond es el senador John Iselin, quien se presenta como férreo anticomunista. Él y la madre del joven soldado, que está también muy metida en política, tratan de instrumentalizar el retorno de Raymond como un gran evento patriótico para promocionarse en la próxima campaña electoral. Raymond nunca se llevó bien con su madre – y con su padrastro menos todavía. Para llevarles la contraria, decide aceptar un trabajo en un periódico de Nueva York, que pertenece a un supuesto filo-comunista.
Tras el retorno de Corea, los veteranos del destacamento abducido comienzan a sufrir angustiosas pesadillas, relacionadas con el espacio de tiempo en el que estuvieron retenidos por el enemigo, y del que en estado de vigilia nada recuerdan.
Poco después, el jefe de Raymond en el periódico muere en extrañas circunstancias y él ocupa su lugar.
Ben, su antiguo superior, comienza a darse cuenta de que Raymond está siendo utilizado: Todo indica que es víctima de un macabro experimento psiquiátrico que busca hacer de él un asesino…

Comentario
Esta obra maestra es considerada como una emblemática película del cine negro, la intriga y el espionaje internacional. Pero si profundizamos, resulta ser bastante más que eso: „El candidato de Manchuria“ de Frankenheimer, basada en una novela y de la cual en tiempos más recientes se filmaría un remake, viene a ser todo un manual para mostrar cómo actúan ciertos elementos muy turbios de los servicios secretos a la hora de perseguir sus inconfesables objetivos.
El personaje de Raymond ha sido programado mentalmente para convertirse en una herramienta deshechable de sus controladores. Tras las sesiones de hipnosis y lavado cerebral perpetradas durante su captura por el enemigo en Corea, el soldado será capaz de cometer asesinatos a sangre fría por encargo, y luego no acordarse de nada. Podemos ver a lo largo del metraje los elementos del control por trauma, tan característicos del programa MK-Ultra – Un trauma que por cierto viene ya „de familia“ y no comenzó con su captura en Corea. Entre dichos elementos de control mental están los „interruptores“, que activan esa personalidad autómata disociada del auténtico Raymond. En el caso de esta historia viene a ser el juego de cartas, el solitario; y especialmente la carta de „reina de diamantes“. También hay palabras „gatillo“, y llamadas de teléfono, usadas para activar una u otra faceta del „manchurio“.

Las pesadillas de Ben y del otro soldado que estuvo retenido, Allen, son partes de un puzzle donde la ilusión y la realidad se entremezclan en forma de vagos recuerdos para alertar sobre esa auténtica posesión diabólica de la que el protagonista es víctima. Pues los paralelismos entre el lavado cerebral, las abducciones supuestamente extraterrestres y las posesiones comúnmente consideradas demoníacas son, cuanto menos, bastante llamativos.
El clímax de la película es el atentado, que debe tener en „vivo y en directo“, contra un candidato presidencial. La película es de 1962, un año antes de que mataran a Kennedy. La casa de los Iserin (madre y padrastro de Raymond) está llena por todas partes de retratos y bustos de Lincoln (otro presidente al que también asesinaron)… El término „candidato de Manchuria“ se ha popularizado en el contexto de las intrigas políticas, para designar a una especie de autómata privado de voluntad propia, que comete asesinatos sin ser consciente de sus actos. Un „manchurio“ tampoco puede delatar a quienes le dieron el encargo, pues mediante mecanismos hipnóticos o psicotrónicos su memoria es borrada por sus controladores cada vez que éstos lo creen oportuno. También se les puede implantar „recuerdos“ falsos, lo que además de manejables títeres les hace estar realmente convencidos de lo que afirman, por muy falso que sea. Curiosamente el departamento que conduce ese experimento de lavado de cerebro en Manchuria contra Raymond y sus camaradas (un proyecto conjunto de soviéticos y chinos comunistas) se llama instituto Pavloviano (en honor al Dr. Pavlov, el famoso científico ruso que aplicó los métodos de condicionamiento con perros).
Pero además de la trama más obvia, tenemos una lectura aún más profunda de la película: Si Raymond es usado como una marioneta, lo mismo puede decirse también del personaje de Iselin, su „patriótico y anticomunista“ padrastro. Lo cierto es que ese individuo, que actúa en sus apariciones públicas como un payaso borracho, parece puesto a propósito por los enemigos del país para desacreditar a los auténticos patriotas y hacer que las simpatías del público vayan en última instancia hacia los comunistas, es decir hacia aquellos que él supuestamente dice combatir. La madre de Raymond, y esposa de Iselin, es la que realmente „lleva los pantalones“, y como veremos, su activismo no es contra los enemigos del país: En realidad ella sirve a los enemigos del país, poniéndose la máscara de dama „patriota y respetable“. Disidencia controlada de tomo y lomo: Lo que también se conoce como entrismo; la estrategia trotskista de infiltración para desmoralizar y subvertir.

No deja de ser curioso que la carta más „programadora“ para Raymond, la reina de diamantes, tiene la letra „Q“ (aquí de „queen“); y que varias décadas después surgiera un movimiento supuestamente disidente representado por esa letra, los „Q-anon“ (cuya finalidad, además de distraer y atraer a incautos hacia la órbita del falso mesías Trump, podría ser desacreditar como „conspiranoicos“ a aquellos con pensamiento crítico).
La película nos ofrece, además de intriga, una muestra bastante fidedigna del funcionamiento de la guerra psicológica (microcosmos de Raymond y macrocosmos de la campaña política de Iselin), una guerra realmente fría (y silenciosa), usada para extender el poder y el control por parte de esos elementos que el propio Kennedy denunció en cierta alocución poco antes de que lo eliminaran (véase su „secret society speech“ en plataformas de video).
En el papel de Bennet Marco, el superior de Raymond en el ejército que más tarde se dará cuenta de la trágica situación de su camarada y tratará de ayudarle, tenemos nada más y nada menos que a „La Voz“, Frank Sinatra. La madre de Raymond, que en la película es una auténtica bruja, está interpretada por Angela Lansbury, a quienes los que crecimos en los noventa recordamos como la entrañable detective aficionada Jessica Fletcher, de „Se ha escrito un crimen“. En un papel secundario, haciendo de agente oriental (infiltrado como mayordomo en el círculo de Raymond) tenemos a un joven Henry Silva, quien en la siguiente década destacaría como taciturno sicario en decenas de películas policíacas italianas como „Nuestro hombre en Milán“ o „Il Boss“ (ambas del gran Fernando Di Leo).
¡Consiga El Candidato de Manchuria AQUÍ! (la película cuenta con una versión en español y también subtítulos en español disponibles)
Este es un enlace de afiliados. Es posible que gane una comisión si compra a través de este enlace, sin coste adicional para usted. Como asociado de Amazon, gano por las compras que cumplan los requisitos.
