La mandrágora – Henrik Galeen, 1928

La mandrágora (V.O. Alraune)

Alemania, 1928

Director: Henrik Galeen

Guión: Henrik Galeen

Intérpretes: Brigitte Helm, Paul Wegener, Ivan Petrovich, Mia Pankau

Género: Drama

Argumento

El profesor Jakob ten Brinken es un científico obsesionado con la creación de vida artificial. Para ello se inspira en la mandrágora, una raíz con poderes mágicos que según ciertas creencias puede tomar forma humana. Brinken ha estudiado las características genéticas y hereditarias, y cree ser capaz de crear vida en un laboratorio de manera que el ser resultante no posea las características de sus progenitores.

El científico encarga a su sobrino Franz que encuentre a una mujer apropiada para el experimento. Franz se muestra reacio a ello, pero le trae a su tío una prostituta. El joven intenta hacerle desistir a su tío, pero el profesor no da su brazo a torcer. El resultado del experimento es la atractiva Alraune, a la que envían a un internado femenino de monjas. Allí la chica hará numerosas travesuras.

Un día ella se escapa con un delincuente. Pero no necesariamente por estar enamorada de él. En el tren, Alraune no deja de flirtear con los hombres que se cruzan en su camino, humillando así a su acompañante. Conoce a un mago, ilusionista de un circo, y se va con él para ayudarle en sus números. En el circo también seduce al domador de leones.

El “padre”, el científico que la creó, logra localizarla, y hace que regrese con él. En un hotel donde ambos se alojan aparece un vizconde, que se convierte en pretendiente de la muchacha. El profesor rechaza concederle la mano de su “hija”, aludiendo a que ésta es demasiado joven. Pero Alraune está dispuesta a escapar de nuevo…

Sin embargo, la chica encuentra un cuaderno escrito por el profesor, en el que se narra la historia de su creación. Horrorizada al descubrir que es ella es un producto artificial creado en laboratorio por un megalómano, Alraune decide no escapar con el vizconde y quedarse con su “padre”… pero para vengarse de él…

Comentario

La inseminación artificial y los bebés probeta, algo que en el momento de filmación de esta película todavía pertenecía al campo de la fantasía y la ciencia ficción, es el tema principal de la trama. El largometraje es un drama sobre el clásico científico megalómano a lo Frankenstein (individuos más reales de lo que podría imaginarse) y su desafío al orden natural. Para ello se incluyen también elementos de la magia negra, pues el científico protagonista mezcla la ciencia más avanzada del momento con oscuros conocimientos ancestrales.

En el caso de Alraune, la chica es producto del esperma de un ejecutado en la horca y de una prostituta (artificialmente inseminada). La trama está basada en una novela de Hanns Heinz Ewers, quien estaba en contacto con la OTO (“Ordo Templi Orientis”) y con el ocultista Aleister Crowley. El director Henrik Galeen era amigo de Ewers.

Curiosamente el actor Paul Wegener, quien interpreta al profesor, había actuado antes en películas sobre el legendario “Golem” de la mitología cabalística, dando vida al monstruo protagonista. Y Brigitte Helm, quien aquí da vida a Alraune, es el robot humano de “Metrópolis”.

Llama la atención el parecido de Wegener (el profesor) con el dirigente soviético Brezhnev.

El director Henrik Galeen fue guionista de una de las primeras versiones fílmicas sobre el “Golem” (en 1915) y también de “Nosferatu” (F. W. Murnau, 1922)

Alraune, que es una mujer artificialmente creada, carece de ciertos sentimientos humanos. Así se nota por ejemplo en el caso del miedo. El mago se asombra de que el ratón de su truco no la asuste. Y lo que es más: La chica se introduce en la jaula de los leones como si no hubiera ningún peligro.

La bella Brigitte Helm encarna magistralmente a una especie de híbrido entre la prototípica femme fatale y una lolita. La joven seduce a todos los hombres que encuentra a su paso. Incluído a su creador, quien se torna cada vez más celoso (ese es de hecho el objetivo de Alraune, quien pretende vengarse lentamente de su creador mediante esa tortura psicológica).

El mensaje de la película es similar al de la novela (y posteriores adaptaciones fílmicas) de “Frankenstein”; el desafiar a las leyes de la naturaleza creando vida artificial es algo que acarrea desagradables consecuencias. Y por cierto: Los productores de “La novia de Frankenstein” (James Whale, 1935) habían considerado a la actriz Brigitte Helm para que interpretara a la “novia” del monstruo (versión femenina del engendro); pero el papel recayó en Elsa Lanchester.

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