
Vicios prohibidos (V.O. Il tuo vizio è una stanza chiusa e solo io ne ho la chiave)
Italia, 1972
Director: Sergio Martino
Guión: Luciano Martino, Sauro Scavolini, Ernesto Gastaldi, Adriano Bolzoni (basados en historia de Edgar Allan Poe)
Intérpretes: Edwige Fenech (Floriana), Anita Strindberg (Irene), Luigi Pistilli (Oliviero), Ivan Rassimov (Walter), Angela La Vorgna (Brenda), Franco Nebbia (Inspector), Daniela Giordano (Fausta)
Música: Bruno Nicolai
Argumento
El escritor Oliviero Rouvigny, de aristocrático linaje, lleva años sin publicar un libro. Se ha quedado sin inspiración, abandonándose a una espiral de alcohol, decadencia y toda clase de vicios. Es un hombre fracasado, frustrado y profundamente amargado. Al parecer estaba muy unido a su difunta madre, de la que conserva un elegante vestido… y un gato negro llamado Satán. Un gran retrato de la mujer con su vestido, similar a María Estuardo, preside la sala principal de su lujosa mansión, situada a las afueras de un pueblo de la región de Venecia.
Para matar el aburrimiento que le consume, Oliviero realiza en su villa juergas a las que invita a los hippys de un camping cercano. También se dedica a martirizar a su sufrida esposa Irene.
Fausta, la empleada de una librería, amante de Oliviero y antigua alumna suya, se cita con él una noche. Al día siguiente, la joven aparece asesinada, y el escritor se convierte en el principal sospechoso. El comisario lo tiene en el punto de mira.
Brenda, la criada de los Rouvigny, se prueba una noche el vestido de la madre de Oliviero. Poco después también ella es asesinada. Al encontrar el ensangrentado cadáver, Oliviero ya se ve en los calabozos. Piensa que de inmediato las sospechas recaerían sobrre él. Preocupado, le pide a Irene que le ayude a hacer desaparecer el cuerpo.
En esos momentos tan delicados llega por sorpresa la atractiva y pizpireta Floriana, sobrina del escritor. No podía venir en un momento más inoportuno…

Comentario
Si bien la película que hoy comentamos no tiene relación argumental alguna con «El extraño vicio de la Sra. Wardh», sí puede decirse que conserva el mismo estilo y también cuenta con Edwige Fenech (musa del director) en uno de los papeles principales. La conexión que hay entre ambos films, curiosamente, es de hecho el interesante título del largometraje que nos ocupa: «Tu vicio es una habitación cerrada y sólo yo tengo la llave» es una frase que dice uno de los personajes en la película anterior.
Aquí Sergio Martino se inspiró vagamente en el relato de Edgar Allan Poe «El gato negro» (pues el gato “Satán” tiene un rol clave en todo el desarrollo argumental del film, así como también el detalle del emparedamiento y la pérdida de su ojo), añadiendo toques de intenso drama matrimonial (también presente en «El extraño vicio de la sra. Wardh») y una atmósfera gótica muy bien lograda, a la cual contribuye la excelente banda sonora de Bruno Nicolai. Ernesto Gastaldi, entre otros, escribieron el guión.
La estructura del film es distinta a la del giallo habitual. La identidad del asesino (o al menos la de uno de ellos) ya se desvela a la mitad del largometraje. La ejecución de los crímenes, por otro lado, es muy similar a la del giallo promedio, viéndose la silueta misteriosa y los guantes negros del homicida, así como su arma; una especie de hoz o daga curva. También tenemos presente, aunque de modo tangencial, el fetiche de las muñecas (ya visto, por ejemplo, en “I corpi presentano tracce di violenza carnale” / “Torso”, asimismo de Martino y de 1973).

Hacia su último tramo la película adquiere gran suspense e interés, gracias a varios acontecimientos imprevistos y giros de guión (que echan por tierra lo que dábamos por sentado acerca de ciertos personajes).
Es muy interesante el detalle del escritor loco que escribe una frase amenazadora repetidas veces en su máquina de escribir de forma compulsiva. Podemos ver pues de dónde sacó Kubrick la idea para esa famosa escena de su célebre “El Resplandor” (1980). La película de Sergio Martino que hoy comentamos no sólo es anterior al taquillero film protagonizado por Jack Nicholson, sino también a la novela de Stephen King (publicada en 1977).
Edwige Fenech interpreta a Floriana, la sobrina de Oliviero. La muchacha, criada en Francia, es una joven emancipada, muy libertina, astuta, calculadora, sin escrúpulos y sobre todo (como ya indica el título), viciosa.
Su interpretación resulta muy convincente. Como también lo son las de Luigi Pistilli en la piel del decadente, atormentado y sádico escritor-aristócrata, y la de Anita Strindberg como su mujer. Ambos están magistrales en sus respectivos roles.
Como ya vimos en “I corpi presentano tracce di violenza carnale” (“Torso”), Martino apuesta por una ambientación en los alrededores de un pueblo; donde los lugareños son retratados de una forma más simpática de lo habitual (es común en el cine de suspense y terror presentar a los aldeanos como personajes hoscos y huraños). Para quien vea las dos películas (ésta y “Torso”) en italiano y esté familiarizado con esta lengua, notará que los pueblerinos hablan con marcado dialecto (veneciano en este caso).
“Il tuo vizio é una stanza chiusa e solo io ho la chiave”, además de ser un gran título es también sin duda una gran película; que no defraudará a los amantes del giallo y de Poe.
El detalle del emparedamiento con humor macabro de estilo Poe también puede verse en otro memorable giallo: “Sette note in nero” (Lucio Fulci, 1977).
Buenas dosis de misterio y suspense, sazonadas con una atmósfera gótica y toques libertinos. De visionado muy recomendable.
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