
Katarsis (a.k.a. Sfida al diavolo)
Italia, 1963
Director: Giuseppe Veggezzi
Guionista: Giuseppe Vegezzi
Género: Horror
Compositor de la banda sonora: Berto Pisano
Montaje: Enzo Alfonsi
Producción: Fernando Cerqua
Intérpretes:
Christopher Lee (Lord del Castillo)
Giorgio Ardisson / George Ardisson (Gugo)
Vittoria Centroni / Lilly Parker (Maga)
Anita Cacciolata / Anita Deyer (Jenny)
Alice Paneque / Bella Cortez (Frie)
Mario Polletin / Mario Zacarti (Gian)
Adriana Ambesi (Dama del castillo)
Pietro Vidali / Piero Vada (Peo)
Argumento
Tras ser herido en un atentado, Carlo se dirige a un convento pidiendo ayuda a su viejo amigo Peyo; quien ha tomado los hábitos y se hace llamar ahora fray Remigio. El que ha disparado a Carlo es un tal Ciro, quien acaba de llegar procedente de Beirut. Ciro pretende hacerse con unos importantes planos o documentos, y cree que están en poder de Carlo. Si embargo, tal y como el herido le explica a su amigo fraile, dichos documentos no los tiene él; pues le fueron robados por una tal Alma.
Alma es vedette en un local de variedades. Hasta allí se dirige fray Remigio para tratar a convecer a la bailarina de que devuelva los documentos. Sólo así la vida de Carlo estará a salvo. Alma conocía a Peyo del pasado, y al verlo vestido de monje piensa que se trata de una mascarada; no termina de creerse que Peyo haya realizado un cambio tan radical.
Así, el ahora fray Remigio comienza a contarle a la vedette las vicisitudes que le llevaron a recluírse en un monasterio…
Hace unos años Peyo era todavía un gamberro pendenciero y bebedor que se entregaba a toda clase de excesos con sus amigos – dos chicos más y tres chicas: Friya, Gugo, Jenny, Gianni y Maga. Los seis integrantes de la pandilla de sinvergüenzas llegaron una noche a un tétrico castillo abandonado. A partir de ese momento se produjo un punto de inflexión: Tras “una orgía histérica y animalesca” apareció “un extraño personaje”, como “salido de otro tiempo”, quien les relató su “rebelión contra las leyes de la vida y la muerte”, a causa de su amor por una mujer que había dejado éste mundo. Por ello, ese individuo le vendió su alma al diablo; y está a punto de cumplirse el plazo en el que Satanás vendrá a cobrarse la deuda. El “extraño personaje” les pidió ayuda a los jóvenes para encontrar a su amada difunta en una de las criptas del castillo y romper así la maldición que pesa sobre ellos. Les prometió recompensarlos con todas las riquezas del castillo si lo lograban.
Fray Remigio sigue contándole a Alma como él y sus amigos, enardecidos ante la perspectiva de enriquecerse y borrachos tras haber bebido ingentes cantidades de alcohol, empezaron a explorar el lóbrego castillo, descendiendo cada vez más profundamente en una espiral de horror y de delirio…

Comentario
Éste interesantísimo e insólito producto es todo un crossover de géneros que cuenta también con una estructura narrativa sumamente atípica. Todo empieza como una película de espías, tan en boga a comienzos de los ´60, y se va transformando poco a poco en un film de terror gótico (también de moda por aquellos tiempos en Italia). Las persecuciones de agentes que buscan unos planos o documentos secretos, con tiroteos e intrigas internacionales de por medio, dejan espacio (a partir del relato-flashback con voz en off de Peyo/Remigio) a una temática de terror clásico decimonónico con muertos vivientes, pactos satánicos, fantasmas y misterios de ultratumba; todo ello en un ambiente de tenebrosos castillos repletos de telarañas y sólo iluminados por las tenues velas de candelabros.
Es posible también buscarle un sentido oculto (una interpretación esotérica) al largometraje, en base a sus múltiples elementos simbólicos y arquetípicos: El “viaje iniciático”, la “transmutación”, las “pruebas” (que comienzan como un juego pero son en realidad algo mucho más serio)… El ascenso por la “interminable” escalera de caracol (en espiral), la sala de los espejos (que parece querer indicar que cada uno debe enfrentarse a sí mismo), el “descenso a los infiernos”, el objetivo de la redención, el “poeta maldito”, el hecho de que una chica se llame “Alma” y otra “Maga”… Todo ello está condimentado con una muy lograda atmósfera de onírica irrealidad.
En su sorprendente (y efectiva) amalgama de temáticas „Katarsis“ recuerda en cierto modo a algunas de las películas mexicanas de „El Santo“ – en las que el luchador enmascarado protagonista fusionaba en torno a su carismática figura géneros aparentemente tan dispares como el espionaje “jamesbondiano” y el terror vampírico/licantrópico.
Otro elemento en la película que nos ocupa que la hace asemejarse a las del Santo es la inclusión de números musicales de relleno (ese es sobre todo el caso en las primeras entregas de la saga del Santo, véase “Santo contra el espectro del estrangulador” de René Cardona). En Katarsis aparece nos muestran la actuación de la vedette, el de una cantante supuestamente argentina y algo así como un número de charleston. Todo éste cóctel bizarro confiere a la película un encanto muy particular, que la convierte en inolvidable.
Décadas después muchos directores del género fantástico-terrorífico retomarían la premisa de “pandilla de jóvenes gamberros que llegan a un castillo o casa abandonada y les empiezan a suceder cosas extrañas”. “Katarsis” es pues una de las pioneras en esa línea argumental que tan explotada sería sobre todo en los años ´80. Entre ellas se cuentan “Los fantasmas de Sodoma” (1988) o “La casa del tiempo” (1989), ambas de Lucio Fulci.
También merece ser mencionada en éste contexto la memorable “Trágica ceremonia en villa Alexander” (Riccardo Freda, 1972) que cuenta con varios paralelismos con “Katarsis” (en ese caso, se trata de una mezcla entre polizziesco y terror gótico).

El “Mefistófeles” del castillo está interpretado nada menos que por Christopher Lee, célebre en sus papeles de Drácula en las películas de la Hammer – y que también participó en otras producciones italianas como “Hércules al centro de la tierra” (Mario Bava, 1961). Friya, una de las chicas de la pandilla, está encarnada por Bella Cortez; actriz y bailarina cubana a la que vimos en los peplums “El gigante de Metrópolis” (Umberto Scarpelli, 1961) o “Vulcano hijo de Júpiter” (Emimmo Salvi, 1962). George Ardisson da vida a Gugo “el poeta maldito”. Ardisson participó en la antes mencionada “Hércules al centro de la tierra” y también en “Los largos cabellos de la muerte” (Antonio Margheriti, 1964).
Lamentablemente, “Katarsis” es la única película de su director; el ignoto pero talentoso Giuseppe Veggezzi.
La banda sonora corre a cargo de Berto Pisano (“Katarsis” supuso su debut en el mundo de la música fílmica). Más adelante Pisano compondría las bandas sonoras de “Desnudas para el asesino” (Antonio Margheriti, 1975), “La muerte ha sonreído al asesino” (Joe D´Amato, 1973) o de la sublime zombi-exploitation “Las noches del terror” (Andrea Bianchi, 1981).
